EL VASO DE AGUA
Llevábamos prácticamente muy pocas clases de Artes escénicas y realizamos una actividad que trataba de simular o imaginar un vaso de agua en la mesa y beber de él.
Al principio lo hicimos en conjunto toda la clase en el aula de informática; después, uno a uno. El ejercicio resultaba complejo, ya que no era fácil coordinar la interpretación sin tener el vaso físicamente.
Los movimientos no tenían que ser pesados sino ágiles y limpios, para así dar una impresión más realista. El objetivo era comprender la importancia teatral de la segmentación del movimiento.
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